Durante esta jornada se informó que el cardenal Francisco Javier Errázuriz, nombró a monseñor Juan Luis Ysern de Arce, como nuevo vicario Judicial del Tribunal Metropolitano.
Tendrá que asumir las funciones por un período de tres años, "con todas las facultades y obligaciones inherentes a su oficio, incluso en todos aquellos casos que para el ejercicio de su ministerio se requiere de mandato especial".
Ysern de Arce deberá reemplazar al presbítero Francisco Walker, quien renunció en julio pasado debido al denominado caso Karadima.
Monseñor Juan Luis Ysern también fue designado como vicario Judicial del Tribunal Interdiocesano, según señala otro decreto firmado por el Arzobispo de Santiago. En ambos cargos sucede al Presbítero Francisco Walker, "a quien se le agradece su generoso desempeño", según señalan los decretos respectivos.
Juan Luis Ysern, Obispo Emérito de Ancud, es licenciado en Derecho Canónico. Nació en Valencia, España, el 2 de mayo de 1930. Fue ordenado sacerdote en Gandía, el 23 de junio de 1953. Fue nombrado Obispo Auxiliar de Antofagasta y Administrador Apostólico de Calama, en 1972 por el Papa Pablo VI. Dos años después es nombrado Obispo de Ancud, renunciado al cargo en 2005 al haber cumplido 75 años de edad.
(publicado por La Tercera - 10/11/2010 - 13:53)
Conversaciones con mi tío Juan Luís
miércoles, 10 de noviembre de 2010
domingo, 22 de agosto de 2010
"Me reconozco hijo de Ancud"
Pese a que ya había sido designado Hijo Ilustre de Chiloé y recibido la calidad indígena, por los huilliches de la provincia, aún no era declarado Hijo Ilustre de Ancud, la ciudad donde trabajó durante más de 30 años.
Con la misma humildad y claridad de siempre, el obispo emérito de Ancud, monseñor Juan Luis Ysern (80) recibió con alegría la noticia. Más aún, la considera "una designación con un sentido especial".
Ahora siendo parte de Caritas Chile, en Santiago, reconoció que su relación afectiva con Chiloé sigue siendo permanente. Cuando lo invitan y puede venir, sigue viajando al Archipiélago, donde se le bautizó como el "obispo navegante".
Cuando no puede arribar -aparte de su labor en Caritas, donde fue presidente y ahora vicepresidente-, realiza charlas y exposiciones, que le solicitan diversos organismos o personas, sobre Chiloé.
De todos los recuerdos de su vida en Ancud y Chiloé, ¿cuál es el que más valora?
Los recuerdos que más valoro son los vividos en esa labor de servicio a la dignidad de la persona. Muchas veces son recuerdos que quedan en la intimidad porque entran en la interioridad de la persona. Es muy gratificante acompañar procesos en los que las personas o grupos van superando sus heridas interiores y van desarrollando sus cualidades en servicio de los demás, tal como Dios quiere. Me resultan muy valiosos los recuerdos de quienes experimentaron la felicidad del encuentro con Dios.
¿Cuáles fueron los momentos más importantes, felices y difíciles de su trabajo en Chiloé?
Junto con el servicio a favor de la defensa y dignidad de la persona se ha de considerar la construcción de la convivencia fraterna y solidaria. La persona crece como tal en el encuentro con las demás personas.
En este sentido considero como más importantes los esfuerzos hechos en el campo de la comunicación y de la cultura. Son dos campos que considero inseparables y fundamentales en la defensa de la identidad de Chiloé, para que Chiloé crezca en su desarrollo sin dejar de ser Chiloé.
De esto he hablado muchas veces y no podemos extendernos aquí. Pero la creación de Radio Estrella del Mar, con su sistema para que la gente se exprese y se comunique, junto con la labor referente a la designación de las iglesias de Chiloé como Patrimonio de la Humanidad y la labor en el campo del desarrollo, con respeto al medio ambiente, no se pueden entender en su sentido auténtico, si no se toma en cuenta lo que hemos enunciado referente a la dignidad de la persona y la tarea de crear una convivencia fraterna y solidaria, cosa además que no se puede hacer sin respeto al medio ambiente.
Dando sentido pleno a lo dicho, considero de suma importancia para los miembros de la Iglesia el haber iniciado el proceso pastoral de Sínodo Permanente que contiene la realización de asambleas parroquiales y diocesanas con gran participación de los laicos y la consecuente planificación de la pastoral.
En cuanto a momentos felices siempre recuerdo los encuentros con las comunidades cuando iba a los diversos lugares. Los encuentros en las confirmaciones.
Y, ¿cuáles fueron los más difíciles?
Sin duda, fueron los momentos en los que tuvimos que realizar una especial labor en defensa de los derechos humanos.
Me avisaron, incluso, que peligraba mi vida y que promoverían campañas para desprestigiarme. La verdad es que nada de eso me asustó. Más me dolía ver personas buenas que no comprendían mi labor porque pensaban que, simplemente, hacía las cosas por oposición al régimen.
Después que pasó esa época, varias personas me pidieron perdón. También hubo algún momento de desencuentro con algún grupo pero que quedó pronto superado
¿Cómo ve el Chiloé de ahora?
Ya hace un tiempo que salí de Chiloé. No sé si lo que yo dije en aquel momento continúa en vigencia. Cuando en 2006 la Municipalidad de Castro me dio el premio por la labor en el campo cultural manifesté que veía a Chiloé dentro de un proceso creciente de masificación con gran peligro de pérdida de identidad, pero que aún había cosas que se podían salvar.
Presenté algunas sugerencias y recalqué la gran importancia de la labor de las escuelas. Me consta que en la Dirección Provincial de Educación lo tomaron en serio. Ojalá que en todas las municipalidades se lleve adelante tal labor".
Publicado en el diario "La Estrella" de Chiloé.
Con la misma humildad y claridad de siempre, el obispo emérito de Ancud, monseñor Juan Luis Ysern (80) recibió con alegría la noticia. Más aún, la considera "una designación con un sentido especial".
Ahora siendo parte de Caritas Chile, en Santiago, reconoció que su relación afectiva con Chiloé sigue siendo permanente. Cuando lo invitan y puede venir, sigue viajando al Archipiélago, donde se le bautizó como el "obispo navegante".
Cuando no puede arribar -aparte de su labor en Caritas, donde fue presidente y ahora vicepresidente-, realiza charlas y exposiciones, que le solicitan diversos organismos o personas, sobre Chiloé.
De todos los recuerdos de su vida en Ancud y Chiloé, ¿cuál es el que más valora?
Los recuerdos que más valoro son los vividos en esa labor de servicio a la dignidad de la persona. Muchas veces son recuerdos que quedan en la intimidad porque entran en la interioridad de la persona. Es muy gratificante acompañar procesos en los que las personas o grupos van superando sus heridas interiores y van desarrollando sus cualidades en servicio de los demás, tal como Dios quiere. Me resultan muy valiosos los recuerdos de quienes experimentaron la felicidad del encuentro con Dios.
¿Cuáles fueron los momentos más importantes, felices y difíciles de su trabajo en Chiloé?
Junto con el servicio a favor de la defensa y dignidad de la persona se ha de considerar la construcción de la convivencia fraterna y solidaria. La persona crece como tal en el encuentro con las demás personas.
En este sentido considero como más importantes los esfuerzos hechos en el campo de la comunicación y de la cultura. Son dos campos que considero inseparables y fundamentales en la defensa de la identidad de Chiloé, para que Chiloé crezca en su desarrollo sin dejar de ser Chiloé.
De esto he hablado muchas veces y no podemos extendernos aquí. Pero la creación de Radio Estrella del Mar, con su sistema para que la gente se exprese y se comunique, junto con la labor referente a la designación de las iglesias de Chiloé como Patrimonio de la Humanidad y la labor en el campo del desarrollo, con respeto al medio ambiente, no se pueden entender en su sentido auténtico, si no se toma en cuenta lo que hemos enunciado referente a la dignidad de la persona y la tarea de crear una convivencia fraterna y solidaria, cosa además que no se puede hacer sin respeto al medio ambiente.
Dando sentido pleno a lo dicho, considero de suma importancia para los miembros de la Iglesia el haber iniciado el proceso pastoral de Sínodo Permanente que contiene la realización de asambleas parroquiales y diocesanas con gran participación de los laicos y la consecuente planificación de la pastoral.
En cuanto a momentos felices siempre recuerdo los encuentros con las comunidades cuando iba a los diversos lugares. Los encuentros en las confirmaciones.
Y, ¿cuáles fueron los más difíciles?
Sin duda, fueron los momentos en los que tuvimos que realizar una especial labor en defensa de los derechos humanos.
Me avisaron, incluso, que peligraba mi vida y que promoverían campañas para desprestigiarme. La verdad es que nada de eso me asustó. Más me dolía ver personas buenas que no comprendían mi labor porque pensaban que, simplemente, hacía las cosas por oposición al régimen.
Después que pasó esa época, varias personas me pidieron perdón. También hubo algún momento de desencuentro con algún grupo pero que quedó pronto superado
¿Cómo ve el Chiloé de ahora?
Ya hace un tiempo que salí de Chiloé. No sé si lo que yo dije en aquel momento continúa en vigencia. Cuando en 2006 la Municipalidad de Castro me dio el premio por la labor en el campo cultural manifesté que veía a Chiloé dentro de un proceso creciente de masificación con gran peligro de pérdida de identidad, pero que aún había cosas que se podían salvar.
Presenté algunas sugerencias y recalqué la gran importancia de la labor de las escuelas. Me consta que en la Dirección Provincial de Educación lo tomaron en serio. Ojalá que en todas las municipalidades se lleve adelante tal labor".
Publicado en el diario "La Estrella" de Chiloé.
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